En este artículo
está desarrollado una sintética reseña de lo sucedido en el ambiente oficial del
mandamás mundial (EE.UU.) en la época que comenzaron a publicitarse las observaciones de
objetos extraños, sobrevolando los cielos en distintos puntos del planeta.
A partir del año 1947, gracias a las públicas declaraciones de Kenneth Arnold, de lo que
había observado sobre el Monte Rainier, se sucedieron una tras otra, las noticias sobre
los avistamientos de platillos voladores. Las Fuerzas Aéreas Norteamericanas ante la
cantidad de informes que recibían, decidieron organizar unos programas secretos para el
estudio e investigación de éste fenómeno. Es a esos programas que nos vamos a referir:
PROYECTO SIGNO (PROJECT SIGN)
En los Estados Unidos, las Fuerzas
Aéreas crearon a partir del año 1947, una comisión de encuesta o agencia investigadora
que dependiera del A.T.I.C. (Air Technical Intelligence Center), que estaba instalado en
la base aérea de Wrigth-Patterson, Daytona (Ohio). La misión de este órgano consistía
en la obtención de informaciones sobre los aviones y los aparatos teledirigidos
extranjeros, en realidad de trataba del servicio de Inteligencia de las Fuerzas Aéreas.
Fué en esa época (1947) que el Secretario de Defensa de los EE.UU., James Forrestal le
encargó al A.T.I.C. que realizase una investigación sobre estos extraños fenómenos, es
así que el 30 de diciembre de 1947 el Secretario Forrestal firmó la orden instituyendo
la creación de una comisión de encuesta que debía funcionar en el seno del A.T.I.C..
Dicha comisión recibió el nombre de Proyecto Signo. El mismo tuvo una efímera
existencia y en general el público desconoció que la real causa de su desaparición fue
que el personal que conformaba este proyecto, tanto oficiales como técnicos
especializados de la Aviación Norteamericana, tuvieron la desafortunada idea de afirmar
tras arduos y minuciosos estudios que los OVNIs existen y que son máquinas controladas
por seres inteligentes y de procedencia extraterrestre.
Semejante conclusión puso en sobre aviso a los altos mandos militares del Pentágono, los
cuales reaccionaron de una forma típicamente castrense ante lo que para ellos
representaba una amenaza potencial contra la seguridad nacional, es decir según el
informe, el espacio aéreo de los Estados Unidos era constantemente violado por unas
máquinas desconocidas con una cualidades que daban miedo (aceleraban bruscamente de cero
a varios miles de kilómetros por hora en unos segundos, repentinamente frenaban como si
nada y cambiaban totalmente el rumbo sin inmutarse, podían quedar inmóviles en el
espacio por tiempo indefinidos y luego con un despegue fulminante desaparecer de la vista,
etc.). Era por lo tanto bastante comprensible que las autoridades tomaran una postura que
proponía la más extremada cautela. Había que imponer la más rígida censura sobre
aquellas informaciones y al mismo tiempo "calmar" a la opinión pública, hasta
tanto no se tuviere mayor información sobre el verdadero origen, las características y
las intenciones de estos fabulosos aparatos.
Así mediante la AFR 200-2 (Air Force Regulation 200-2) se castigaba con una multa que
podía ascender hasta la suma de U$S 10.000, o diez años de cárcel, a todo oficial de la
Aviación que revelase informes "clasificados" sobre OVNIs. De esta manera se
comenzó a hacer callar la boca a los que sabían demasiado, un tiempo después la C.I.A.
agregó una nueva cláusula a este esquema mediante la cual se exigía a la Aviación que
"explicase" todas las observaciones de la manera que fuese, y que
"desacreditaran" a los testigos importantes haciéndolos pasar por visionarios.
Sobre el mes de julio de 1948, los titulares del Proyecto Signo creyeron conveniente
elevar un informe completísimo y "definitivo" al Pentágono. Este informe
presentado como un documento de muchas páginas mecanografiadas y encuadernadas en unas
tapas negras sobre las que se leía el texto TOP SECRET, se llegaba a la conclusión de
que los OVNIs eran vehículos extraterrestres controlados, que de la gran cantidad de
datos recogidos durante la gestión, sobre un gran número de ellos no habían tenido
ninguna explicación normal. Este informe secretísimo fué eliminado de los archivos
oficiales por medio de la incineración, solo subsistieron algunas copias del mismo, una
de las cuales había llegado a manos del capitán Edward Ruppelt, cuando éste comenzó a
dirigir el Proyecto Blue Book.
PROYECTO GRUDGE (PROJECT GRUDGE)
Al programa anterior le sucedió el
Proyecto Grudge, el cual significó el inicio de una etapa oscura dentro de la
investigación del fenómeno OVNI, una era oficial de actitudes totalmente escépticas,
primordialmente se partía de la base de que los OVNIs no podían existir. Asimismo
oficialmente significó un cambio en el personal y el alejamiento de los técnicos del
Proyecto Signo, que tenían una posición amplia y positiva sobre el tema, y que apoyaban
la idea de la existencia real de los OVNIs como naves extraterrestres dirigidas, que
circunvolaban nuestro planeta.
Este negativo programa para la investigación del fenómeno OVNI, fué oficialmente
disuelto el 27 de diciembre de 1949, dejando tras de sí, un voluminoso informe de más de
550 páginas, sobre las investigaciones realizadas durante el tiempo de su gestión. A
este completo informe le fué dado el título oficial de "Objetos Volantes No
Identificados - Proyecto Grudge. Informe Técnico nº102-AC-49/15-100". Su formato
era típicamente militar, es decir conformado por un texto principal que tenía una breve
discusión del problema, y acompañado con diversos Anexos con conclusiones y
proposiciones, que servían de apoyo al texto principal. En dichos Anexos se detallaba el
análisis de las distintas investigaciones que el grupo había realizado sobre los
avistamientos registrados, el porcentaje de probabilidad de su existencia, etc.. Con el
apoyo de la sección psicológica del Laboratorio de Medicina Aérea explicaron:
"..existen bastantes razones psicológicas para explicar satisfactoriamente las
observaciones que no tienen una explicación positiva...", éste informe añadía que
algunas personas ven bailar "manchas o moscas ante los ojos", debidas a
partículas sólidas que flotan en el humor acuoso del ojo y que proyectan sombras sobre
la retina. Otras observaciones graciosas decían que se debían pura y simplemente a
sujetos imaginativos, otros porcentajes se adjudicaban a globos sonda, o le daban una
explicación astronómica, por ejemplo cuerpos celestes o meteoros, o simplemente lo
designaban como fraudes, observaciones muy imprecisas o podrían atribuirse a
avistamientos de aviones.
Comentando estas resoluciones el capitán Ruppelt dijo: "...por lo visto todos los
observadores de OVNIs fueron miopes y/o imbéciles declarados...".
En el último Anexo los miembros del Proyecto Grudge declaraban: "...queda un 23% de
observaciones que no podemos explicar, pero a las que, sin embargo hay que hallar una
explicación, porque nosotros no creemos en los platillos volantes (sic)...". Como
premisa final, antes de desaparecer, el Proyecto Grudge dictaminó: "..Las Fuerzas
Aéreas de los Estados Unidos anuncian que después de dos años de investigación, pueden
afirmar que no existen los platillos voladores..."
En tanto el A.T.I.C. continuaba recibiendo datos e informes de todo tipo que guardaba
automáticamente en cajones o bien posiblemente algunos iban a parar al canasto de los
papeles, donde seguramente muchos de ellos se tiraban sin ni siquiera ser leídos.
Precisamente durante el mes de Enero de 1951, el capitán Edward J. Ruppelt fué llamado
de nuevo al servicio activo, siendo destinado al A.T.I.C. como oficial de información.
Poco tiempo después se le encargó que procediese a un minucioso estudio sobre la
situación hasta la fecha del tema de los OVNIs, misión que cumplió al pie de la letra y
con detallados informes que entregó al Pentágono para su posterior análisis.-
PROYECTO LIBRO AZUL (PROJECT BLUE
BOOK)
Así estaban las cosas cuando el
A.T.I.C. recibió la orden de crear una agencia especial que se ocupase de los OVNIs. Esta
agencia edificada sobre las cenizas de los proyectos Signo y Grudge, recibió el nombre de
Proyecto Libro Azul, y su dirección fué confiada al capitán Edward J. Ruppelt, al que
se consideraba ya como un especialista en la cuestión. Dicho proyecto en el transcurso de
su existencia recorrió miles de kilómetros en el camino de sus encuestas con los
distintos observadores, comprobaron centenares de informes y analizaron varios millares de
avistajes.
A comienzos del año 1953, Ruppelt organizó una asamblea de sabios, a los que durante dos
días expuso lo que el A.T.I.C. bajo su dirección, había hecho hasta la fecha. De 1947 a
finales de 1952 se recibieron 4.400 informes. En Febrero del año 1962, las Fuerzas
Aéreas de los Estados Unidos declararon oficialmente que: "...tras quince años de
investigaciones sobre los informe relativos a platillos volantes, se ha demostrados que
ninguno de los 7.000 OVNIs sobre los cuales se ha investigado, eran una nave espacial
procedente de otros planetas...". Las investigaciones del Proyecto Libro Azul,
iniciados en 1947 dieron como resultado que no existían pruebas de vehículos
extraterrestres bajo control inteligente, ni de avances tecnológicos superiores al
alcance de la ciencia moderna, ni de una amenaza a la seguridad nacional. La mayor parte
de los informes sobre OVNIs, según el Proyecto Libro Azul, se referían a aviones,
satélites, fenómenos astronómicos, globos, pájaros, luces, bromas, etc..
Pero a pesar de éstas escépticas conclusiones a las que había arribado el A.T.I.C., los
OVNIs no interrumpieron su actividad, en espera de que estos "programas" se
pronunciasen sobre su existencia o no. por el contrario continuaron manifestándose, para
no dejar que se enfriase el interés popular.-
Fuentes de consulta
- El Gran Enigma de los Platillos Volantes - Antonio Ribera. Editorial Pomaire.
- Enciclopedia Cíclope - autores varios |
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