OVNIS EN LA UNION SOVIÉTICA |
En la inmensa
URSS, la ciencia oficial habla ridiculizado hace poco a varios científicos que se
interesaban por el estudio de los ovnis, asimismo la actitud oficial era todavía más
cerrada que en muchos países occidentales: los ovnis -se decía en los medios
científicos- eran fenómenos naturales mal explicados. Y es cierto que también pueden
encontrarse múltiples explicaciones a multitud de supuestos ovnis, como también es
verdad que ninguna explicación "convincente", o a nuestro alcance, puede
ofrecerse, científicamente hablando, a otros muchos casos: unos seiscientos, en números
redondos. Pero cuando la ciencia humana se ve incapaz de explicar un fenómeno, suele eludirlo. Es una actitud tan cómoda, como cómica. Según esto, resultaría que lo que no somos capaces de explicar, no existe y borrón y cuenta nueva. Se trata de una actitud oficial que lleva en sí el germen del anticientifismo. En otras palabras: los ovnis existen. Lo que sucede es que no siempre se quiere aceptar esta realidad. Ahora bien, ¿qué son los ovnis? ¿Naves extraterrestres? ¿Fenómenos que escapan a nuestra comprensión en el estado actual de la ciencia? La verdad es que quienes aceptan, con más o menos reservas pero la aceptan, la primera hipótesis, disponen de una herramienta de trabajo que explica, al menos teóricamente, muchas más cosas que el segundo supuesto. Y así ha llegado el momento que en la Unión Soviética han comprendido por fin que los ovnis no son un arma occidental, sino un fenómeno insólito que requiere un estudio especializado. Cierto tiempo atrás se creó en la Unión Soviética una comisión de encuesta semejante a la famosa Comisión Condon, de los Estados Unidos. Lo malo es que ambas tenían mucho de común, hasta el punto de que si en Norteamérica se pretende demostrar que los ovnis no tienen nada que ver con naves extraterrestres, en la URSS ya se ha disuelto la mencionada comisión. Sin embargo, existe una diferencia. Según noticias, la. comisión soviética fue disuelta "porque bien pronto se presentaron miles de casos a examinar, ante la sorpresa del general Stolyérov, jefe de la misma. Esto es lo que se ha revelado, como si tantos ovnis significaran que la gente ve fantasmas y que el asunto no es serio. Pero en el fondo no se trata de esto, sino de todo lo contrario: quieren que la gente se trague "lo" de los fantasmas, mientras ellos, los científicos oficiales, estudian a puerta cerrada lo que hace al caso. A este respecto se repite en la Unión Soviética la misma historia que hace tantos años se viene representando en Norteamérica. 0 sea, que en estos momentos todo Induce a sospechar que en la URSS se está viviendo, en materia de ovnis, la época del famoso ATIC norteamericano. Ni más ni menos que esto. No obstante, siquiera en parte, la actitud oficial soviética ha permitido -seguramente sin proponérselo- que se disipara en algunos sectores de la ciencia el cerrado escepticismo de antaño. Y los "pioneros" Agrest, Zonshain, Kasántzev, Kolótov y otros, han visto engrosar sus filas con nuevos nombres de la categoría de un Feasenkov o de un Zígel, como veremos más adelante. De momento, nos interesa estudiar la causa de este parcial cambio de actitud aun dentro de la presente posición oficial de la ciencia soviética. Para comenzar, se trate del llamado "fenómeno de Sochi". corroborado por un centro de Investigaciones científicas situado en las montañas del Cáucaso, al este de le mencionada ciudad. En un interesantísimo Informe, un grupo de científicos de dicho centro se refería a una -extraña y cegadora luz de aspecto extraterreno, que seguía un extraño objeto visto sobre la región, Esto ocurrió durante la noche del 3 al 4 de octubre de 1967, con cielo claro y despejado, como es habitual, en la noche meridional soviética. Oficialmente, era la primera vez que unos científicos de la URSS se interesaban por un ovni. Pero su Interés pronto subió de punto, porque después de este Incidente los objetos no identificados volvieron a hacer su aparición en el sur de la Unión Soviética. Se reconoció que, por lo menos, se observaron objetos semejantes en otras cinco ocasiones, hablándose en una de ellas de "una auténtica formación de ovnis. En cuanto al "objeto de Sochi", los científicos -entre los cuales habla astrónomos del Observatorio astrofísico de Crimea- aseguraron que no recordaban un caso semejante, y que dicho objeto no tenía nada que ver con un fenómeno natural, a pesar (o tal vez a causa) de su intensa luminosidad, y que por sus evoluciones "invitaba a pensar en una inteligencia que lo tripulara o guiara a distancia, Además, añadieron: "Por sus características absolutamente desusadas, ese objeto no recordaba ninguna creación humana. De todo ello se deduce que los sabios soviéticos aludieron públicamente, y por primera vez que sepamos, a un ovni. Pero oigamos ahora a Félix Zígel, que nos contará muchas cosas interesantes. Me refiero a un articulo suyo publicado en marzo de 1968. y en el cual podían leerse cosas como las siguientes: Los casos estudiados por Zígel "República de Kazakjstán, 16 de agosto de 1960, a las 23 horas: un cuerpo luminoso aparece de súbito sobre las montañas, hacia la ladera oriental de un valle en las proximidades de la villa de Koktal, moviéndose en dirección Norte Sur. Nikolai Sochevánov, profesor de geología y mineralogía, jefe de una expedición geofísica del Instituto de investigaciones de Leningrado, que se hallaba ocupado en una serie de estudios en la región centro-meridional de la Unión Soviética, describió así el excepcional fenómeno: el cuerpo luminoso, cuyo diámetro visible era una vez y media mayor que el de la luna lleno, desapareció y volvió a aparecer detrás de la cima de las montañas, después cambió de ruta y se dirigió hacia el Sudeste, manteniendo una velocidad y una altura constantes. Tenía forma lenticular y despedía una vivísima luz. No obstante, sus bordes eran ligeramente menos luminosas que las zonas centrales. Después de trazar un arco en el cielo, el cuerpo desapareció definitivamente detrás de las montañas, no dejando estela alguna a su paso, Ocho científicos de la expedición observaron aquel objeto volante no identificado (lo que se llama un ovni) y coincidieron con las declaraciones de su jefe. Zígel continúa escribiendo: "Algunos años después, llegan a la Estación Astrofísica del Cáucaso -que depende de la Academia de Ciencias de la U. R. S. S.- numerosos informes análogos al del científico Sochevánov. Hacia las 2,50 del 18 de julio de 1967, el astrónomo H. I. Poter está observando la Luna y advierte una extraña "formación" sobre el cielo estrellado, en dirección Nordeste. Es una especie de "nube" (de manchas) con un diámetro doble el de la luna llena. Se presenta como de un intenso color blanco lechoso, con un núcleo rojizo claramente visible hacia un extremo. La "nube" se extiende y se hace más pálida. Pocos minutos después, se disuelve completamente y no queda de ella más que el núcleo rojizo. Al despuntar el alba también éste pierde sus contornos y desaparece finalmente del todo. Todos estos cambios fueron comprobados gracias a una serie de tomas fotográficas. "A las 20,40 del 8 de agosto de 1967, el científico Anatoly Sazánov localiza desde la misma Estación astrofísica del Cáucaso un insólito objeto volante en forma de media luna. Su parte convexa aparece vuelta en la dirección del movimiento, y de sus extremos (o cuernos) se destacan pequeños trazos vagamente luminosos, semejantes a los de un avión a chorro. Su diámetro es de unos dos tercios el de la Luna y su luminosidad francamente inferior a la de nuestro satélite. La media luna, que es de color amarillo con estrías rojizas, cambia lentamente de forma a medida que se aleja hasta convertirse en un pequeño disco. Después, desaparece de repente, Diez astrónomos ven esta media luna. Sazánov dice que se hallaba a unos 19.000 m. de altura y que tendría un diámetro de unos 150 m." Pero todavía hay más. Zígel continúa relatando casos e informa de lo que sigue: "Podríamos referir muchos otros testimonios de observaciones parecidas, pero limitándonos a las tres primeras -las reseñadas aquí-, creo posible secar algunas consecuencias". Ante todo, creo que si la existencia de los ovnis tuviera que demostrarse a partir tan sólo de los relatos que circulan por la Unión Soviética--- sería evidente que existen pruebas de alto nivel científico favorables a la realidad de tan misteriosos objetos. Pero lo cierto es que en los últimos veinte años se han podido recoger varios miles de observaciones análogas en varios países: una buena docena en total: prácticamente en todas las partes del mundo, comprendidas las regiones ártica y antártica. Esto demuestra que el fenómeno de los ovnis ha alcanzado demasiada amplitud para no ser tomado seriamente en consideración. Los ovnis se comportan con sensibilidad En resumen, el pensamiento de Zigel es que un número cada día mayor de científicos no está satisfecho con las explicaciones que quisieran atribuir las observaciones de ovnis a simples aberraciones visuales. Naturalmente, es preciso tener en cuenta que la presencia en nuestra cielo de los mal llamados "platillos volantes" o "platos voladores" atrae. y sin duda continuará atrayendo por mucho tiempo, a infinidad de personas en busca de notoriedad, personas que no tienen nada que ver con la ciencia. Pero los investigadores no han de atrincherarse cómodamente en esa actitud (ya de por sí anticientífica), para permitirse la absurda comodidad de mantener los ojos cerrados. Sería demasiado fácil echar la culpa a los falsarios y eludir tranquilamente el problema. Por el contrario, la misión de la ciencia consiste en intentar separar lo verdadero de lo falso y en aprender a distinguir entre las apariencias (o las conveniencias) y la realidad objetiva. Es más, si la ciencia considerase que los "platillos volantes" son una alucinación -lo cual está por demostrar- no por ello debería esforzarse menos en buscar una explicación convincente de la causa motivadora de la presunta desviación psíquica de buena parte de la Humanidad. Y el astrofísico soviético agrega: -Para intentar desvelar la naturaleza de los ovnis hemos de analizar todo cuanto se ha dicho y escrito por la gente que dice haber visto esos sorprendentes objetos que, en mi opinión, son objetos reales y no fantasmas. Pero hasta hace muy poco tiempo, en la Unión Soviética no se había realizado ningún estudio serio con tal propósito. La opinión dominante era que se trataba de fenómenos ópticos y que los "platillos volantes" o platos voladores" sólo eran el fruto de fantasías des bordadas. Ahora parece que la situación ha cambiado". Zígel se refiere a la Comisión creada en mayo de 1967. cuando un grupo de científicos, militares, escritores y personalidades políticas decidieron iniciar una seria investigación preliminar respecto a los ovnis. Dicho organismo, oficialmente nacido en octubre de aquel mismo año, se llamaba "Sección Ovnis del Comité Cosmonáutica de la Unión Soviética" y se domicilió en la Escuela Central de Aviación y Cosmonáutica de Moscú. Sus componentes, entre los cuales figuraba el propio Zigel, prepararon un ambicioso programa que se ofrecía con todas las características de una novedad fascinante. A pesar de ello, ya he dicho que la vida de dicho Comité sería muy corta, siendo lo más probable que su jefe, el general Stolyérov, se viera presionado por el consabido Top secret, o que él mismo tuviera Interés en correr un velo ante la creciente atención que despertaban en su país los insólitos objetos espaciales. Tan cautelosa actitud no ha logrado hacer desistir a Zigel y otros investigadores de sus propósitos. "Los movimientos de los ovnis -escribirla Zigel poco después de ser suspendida la comisión a que hemos aludido- son de fundamental Importancia a efectos de un verdadero estudio científico y han de ser examinados antes de cualquier otro aspecto del problema. Acaso esos objetos permanezcan realmente inmóviles, como suspendidos a cierta altura sobre el horizonte y durante decenas de minutos, para marcharse después a enormes velocidades desarrollando aceleraciones increíbles. 0 tal vez sucede que Pero veamos el segundo factor a estudiar: el ángulo de observación. "Según sea ese ángulo, se pueden presentar a nuestra vista objetos muy sutiles y laminares, o bien corno cuerpos muy alargados y en forma de cigarro puro y hasta perfectamente esféricos. En cualquier caso, corno ya hemos dicho, los ovnis pueden parecerse a una media luna, para asumir poco a poco el aspecto de un plato (disco o platillo)" "Que los discos o "platillos volantes" no son ninguna fantasía, sino objetos reales, lo demuestra el hecho de que no sólo son visibles a simple vista, sino que dejan Imágenes bien definidas sobre las placas fotográficas y son asimismo registrados por testigos tan Imparciales como las pantallas de radar" "En esta cuestión se comete a menudo un grosero error: se Intenta encontrar una explicación al fenómeno ovni como si se tratara de un fenómeno normal, o corriente, y casi jamás se cae en la cuento de que también podría tratarse de una cosa excepcional, de algo, en fin, que se halla más allá o que está al margen de los métodos habituales con que solemos resolver nuestros problemas de Física. Solamente tomando por base las muchas sorpresas que nos deparan tantos sectores de la ciencia, ya deberíamos admitir que la Naturaleza también puede habernos escondido algo en este campo de los ovnis. Pero algo que es preciso revisar -y tal vez de un modo radical- superando por tanto el orden de consideraciones, o la valoración que regía hasta ahora. Por lo menos esto. Sin embargo -concluye Zigel- la hipótesis avanzada por algún científico, y según la cual los ovnis podrían venir de otros mundos, o sea que se tratarla de astronaves procedentes de otros planetas, merece la más seria consideración. Los testimonios que hemos recogido hasta la fecha coinciden en algo muy importante: los discos voladores se comporten con "sensibilidad", como si fuesen guiados por una mente dotada de inteligencia. Cuando vuelan en grupo mantienen cierta tipo de formación. La mayoría de veces han sido localizados sobre aeropuertos, centrales nucleares, instalaciones científicas o plantas industriales. Si se encuentran en su ruta con cualquier avión, maniobran a fin de evitar un contacto directo. -Estas acciones "inteligentes" dan la sensación de que los ovnis quieren espiamos y, probablemente, se dedican a verdaderas misiones de reconocimiento aéreo. Un hecho bastante curioso es que las observaciones de discos voladores aumentan en los períodos en que Marte se halla más próximo a la Tierra. ¿Se trata de una mera coincidencia, o por el contraria los ovnis tienen alguna relación con aquel planeta?" El misterio de la Tunguska El fenómeno más significativo referente a estos objetos
misteriosos es el que ha pasado a la historia con el nombre de meteoro de la Tunguska. Durante mucho tiempo, hasta 1950, se creyó que la explosión, o lo que fuera, que ocurrió en la Tunguska, fue un fenómeno causado por la caída de un enorme meteoro. Pero en estos últimos años los científicos soviéticos han llegado a la conclusión de que sus características correspondieron más bien a las de una explosión nuclear de tipo aéreo (parece que el fenómeno ocurrió a unos 15 km. de altura), negando rotundamente que el cuerpo celeste causante del mismo fuese un gran meteoro o una cometa que colisionara con la Tierra, como también se habla sugerido. El Instituto de investigaciones nucleares de Dubno publicó, en verano de 1967, un estudio en el que se demostraba que la catástrofe de Tunguska dejó abundantes residuos negativos. En 1966, un científico afirmó que antes de la explosión, el cuerpo celeste causante del cataclismo describió en la atmósfera un arco de 650 km., es decir, que llevó a cabo una maniobra. Examinada esta última circunstancia, y unida a la ya expresada anteriormente, parece que en la Unión Soviética se abre camino la hipótesis según la cual el fenómeno de la Tunguska pudo haber sido causado por una astronave procedente de otro planeta, que estalló en el aire cuando tal vez se disponía a tomar tierra. Claro que ésta no es la última hipótesis que tienen en cuenta los científicos, pues también se ha hablado de un bloque de antimateria que habría podido producir efectos semejantes, o de una experiencia prematura de desintegración atómica, mantenida en secreto y que acabó trágicamente. Sea como fuera, si podía confirmarse la hipótesis de que se trató de un ovni, es indudable que el significado de aquella explosión que devastó cerca de 5.000 km.2 de territorio siberiano, tendría un alcance inestable y nos plantearla nuevas e inquietantes preguntas. ¿Es cierto que la Tierra está siendo espiada por seres de otros planetas? Y ¿con qué fines?, ¿por qué esas criaturas parece que quieren eludir a toda costa cualquier contacto con nosotros? Respecto a este último Interrogante, cabría añadir todavía su falta de, digamos, sociabilidad, ¿depende acaso de un nivel de desarrollo superior al nuestro, razón por la cual nos estudiarían desde un nivel mucho más elevado, de modo parecido a como nosotros lo hacemos con las hormigas? ¿0 tal vez existe -todavía- la posibilidad de que "ellos" y nosotros podamos comprendernos, dado que hemos nacido en un mismo Universo, y puesto que obedecemos a las mismas leyes naturales?. Cuidado, sin embargo. ¿Quién nos asegura que hemos nacido en un mismo Universo y que obedecemos a las mismas leyes naturales? Si los supuestos seres Inteligentes de que estamos tratando procedieran de otra dimensión, tales preguntas carecerían de significado, de hecho, o en la práctica, que viene a ser lo mismo. Y hemos de confesar humildemente que nada sabemos el respecto, con lo cual queda abierta la puerta a todas las posibilidades y a un sin fin de especulaciones más o menos lógicas o asequibles. Pero volvamos a consultar a nuestro amigo Zígel. El astrofísico soviético nos dirá finalmente: "Los interrogantes son muchas, esto es evidente. Mas también podría ser que todas ellas se proyectaran hacia una solución todavía lejana, hacia un futuro algo remoto. Con lo cual el problema, que ya viene de ayer, se nos complica un poco más, ..No Importa.. Nuestros actuales estudios en materia de ovnis poco a poco podrían conducirnos a conclusiones extraordinarias, para plantear a la Humanidad entera nuevos problemas, comenzando por el más urgente de todos: que desde ahora mismo procuremos liberarnos de cualquier actitud preconcebida, para Iniciar a escala mundial una Investigación profunda y rigurosamente científica sobre el apasionante fenómeno que nos ocupe. El objeto y verdadero motivo de dicha investigación (y me refiero a "ellos") es tan serio que justifica sobradamente y por anticipado "cualquier esfuerzo de nuestra parte. De ahí que sea Inútil añadir que una cooperación internacional resulta de vital importancia para el buen éxito de tales estudios.- MARIUS LLEGET |